La constructora Antana ha llevado a cabo en Madrid la restauración del edificio de una antigua nave industrial dedicada a garaje y estación de autobuses, con una superficie de intervención de 2.500 m2, una duración de 3 meses y un presupuesto de 750.000 €.
En la mencionada obra se han realizado trabajos de reconstrucción de elementos estructurales y se ha sustituido toda la red de saneamiento, tanto la de recogida de aguas pluviales de la nave colindante, como la soterrada de conexión al colector municipal.
La nave contaba con un lucernario que, debido a la humedad, se encontraba en estado de ruina, por lo que se ha procedido a su demolición y posterior reconstrucción mediante estructura metálica de viguetas de 5 m. de longitud en perfiles laminados IPE 220 cada dos metros y forjado de chapa colaborante fijado a las mismas.
Las vigas han sido soldadas, con cordón de soldadura, a vigas mixtas existentes en el edificio y siguiendo las normativas vigentes NTE y CTE.
Tras la reconstrucción del forjado, se ha ejecutado la impermeabilización mediante una doble capa de lámina asfáltica de betún plastómero de 200 gr/ m2, previa aplicación de una mano de imprimación asfáltica, posteriormente protegida por mortero de protección. A continuación, se ha procedido a terminar dicho forjado con un solado de baldosín catalán en formato 20×20 rematado en los encuentros con paramentos verticales con rodapié del mismo material.
Por otra parte, se ha realizado una intervención en el resto de estructura metálica existente, que se encontraba deteriorada debido a la humedad. Se ha procedido al chorreado de la estructura con arena de sílice para eliminar la oxidación en los perfiles y la aplicación de una resina epoxi para evitar posteriores corrosiones. Una vez realizada dicha intervención, se ha aplicado una protección pasiva contra el fuego mediante una capa de mortero ignífugo de espesor variable según las dimensiones de los perfiles.
Finalmente, se ha realizado una labor de consolidación de acabados interiores ya que los paramentos verticales y horizontales se encontraban muy afectados por la humedad. Dichos paramentos se han picado hasta llegar a la fábrica, aplicando posteriormente una chapa grecada y una capa de mortero blanco maestreado en los paramentos verticales y un tendido de yeso en los horizontales. Finalmente, se ha terminado con doble mano de pintura plástica.
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