En Antana hemos tenido el privilegio de construir la nueva parroquia de Santa Genoveva Torres Morales en Majadahonda: un complejo parroquial que representa una apuesta valiente por integrar espiritualidad, sostenibilidad y arquitectura contemporánea.
Diseñada por el estudio Trasbordo (Ignacio Capapé y Justo Orgaz), esta iglesia responde a las necesidades litúrgicas actuales sin renunciar a una concepción arquitectónica ambiciosa, tanto en el diseño como en la ejecución. Un proyecto singular, con exigencias técnicas y constructivas que van mucho más allá de lo habitual en este tipo de obras.
La iglesia se ha construido con materiales naturales de alta calidad, trabajados con un nivel de detalle poco frecuente. Esta elección, más allá de su valor simbólico y estético, exigió un proceso constructivo altamente especializado, con oficios y soluciones poco comunes en la edificación convencional.
Uno de los aspectos más exigentes del proyecto ha sido el diseño e integración de sus instalaciones:
La complejidad técnica del proyecto se tradujo en decisiones constructivas singulares:
Uno de los aspectos más enriquecedores fue construir un espacio donde la simbología cristiana está integrada en la arquitectura de forma precisa y significativa: los 12 ventanales, las tres puertas, los lucernarios octogonales o la cúpula azulada sobre la Virgen, alineada con el Sagrario, están concebidos como parte de un lenguaje simbólico perfectamente estructurado.
Para nosotros, esta obra ha supuesto un esfuerzo notable: por su complejidad técnica, por la exigencia de calidad en cada fase y por la responsabilidad que implica construir un espacio que marcará la vida de una comunidad durante generaciones.
Uno de los mayores desafíos fue adaptarnos a las múltiples modificaciones que fue experimentando el proyecto a lo largo del proceso. Cambios que afectaron a los plazos, al coste, y que exigieron del equipo una gran capacidad de respuesta, flexibilidad y compromiso.
Santa Genoveva no es solo un templo; es un ejemplo de cómo la arquitectura religiosa puede dialogar con su tiempo sin perder profundidad simbólica ni exigencia constructiva.
Y para quienes lo hemos construido, un proyecto que deja un orgullo difícil de explicar.