Tendencias en Arquitectura y Construcción - Antana

El brutalismo: qué es y ejemplos icónicos a lo largo de la historia

Escrito por Antana | Jun 19, 2025 12:00:10 PM

El brutalismo es una corriente arquitectónica que, lejos de pasar desapercibida, ha dejado una huella imborrable en el paisaje urbano del siglo XX. Caracterizado por su estética cruda y monumental, así como por otorgar una especial importancia a los materiales y sus texturas, como es el caso del hormigón -el cual trasciende de su función meramente constructiva para convertirse en el protagonista expresivo de la obra- este estilo ha sido objeto de admiración y controversia a partes iguales. 

Aun así, ha funcionado, sin duda, como una profunda influencia en la arquitectura moderna, estando todavía vigente en muchas reinterpretaciones actuales. Por eso, en este artículo repasamos qué es el brutalismo a través de su historia y su impacto.

Un estilo que nace de la necesidad

El brutalismo surgió durante la década de los cincuenta como respuesta a la destrucción provocada por la Segunda Guerra Mundial. Hacía falta reconstruir rápido, con materiales duraderos y presupuestos ajustados, y así surgieron edificios que posteriormente servirían tanto para las instituciones del gobierno, como para las universidades y viviendas sociales, con una arquitectura honesta, sin adornos innecesarios.

Esta corriente, cuya denominación deriva del francés béton brut, se hizo popular gracias al trabajo de Le Corbusier con Unité d'Habitation en Marsella, con la que se establecieron los precedentes metodológicos del movimiento. Poco después, en 1953, los arquitectos Alison y Peter Smith usaron por primera vez el término ‘new brutalism’ en un proyecto que quedó sin ejecutar en la zona del Soho, en Londres, gracias al uso de materiales al desnudo como el hormigón, la madera y el ladrillo. Sin embargo, fue el crítico de arquitectura brtiánico Reyner Brehem quien acuñó definitivamente el término gracias a uno de sus muchos ensayos:  "The New Brutalism: Ethic or Aesthetic?", convirtiendo en un manifiesto arquitectónico lo que comenzó como una solución práctica.

Adaptación global de un movimiento arquitectónico: del Reino Unido a Japón

El brutalismo, aunque controvertido, experimentó poco a poco una expansión geográfica notable, adaptándose a las circunstancias climáticas y contextos culturales de cada lugar.

En Japón, arquitectos como Kenzo Tange reinterpretaron el estilo con sensibilidad nipona, dando lugar a obras como la Casa Azuma: una fusión perfecta entre rudeza y sofisticación.

En España también encontramos ejemplos icónicos, como las Torres Blancas en Madrid, una obra maestra de los años 60 que sintetiza la solidez del brutalismo con una forma orgánica y racionalista, o el Edificio Walden 7, diseñado por Ricardo Bofill en 1975 y situado en Sant Just Desvern, Barcelona, que fue ideado como una “ciudad vertical” con influencias brutalistas.

El renacer del brutalismo

Tras varias décadas de crítica, el brutalismo ha resurgido con fuerza en el siglo XXI a través de arquitectos y diseñadores contemporáneos que lo redescubren por su enfoque honesto, su estética sin artificios y su capacidad para resistir el paso del tiempo.

Un ejemplo representativo es el edificio del arquitecto Constantin Brodzki en Bruselas, construido en los años 70 y posteriormente rehabilitado sin perder su esencia. Esta renovación demuestra cómo los espacios brutalistas pueden adaptarse a nuevas funciones sin renunciar a su carácter.

Otro ejemplo de esta revalorización es la Preston Bus Station en el Reino Unido. Considerado durante años un edificio impopular, hoy está protegido como patrimonio arquitectónico tras una restauración que ha despertado el interés ciudadano por su legado. Algo similar ocurre con el icónico Barbican Centre en Londres, un complejo brutalista de los años 70 que se ha transformado en un polo cultural activo que celebra la monumentalidad y solidez de este estilo.

Además, nuevas obras y rehabilitaciones muestran una clara influencia brutalista como el Sesc Pompeia en São Paulo o el Vitra Schaudepot en Alemania, que interpretan los principios del movimiento desde una mirada contemporánea.

El Edificio Beatriz: una intervención respetuosa con el legado brutalista

Un ejemplo notable de cómo este estilo puede seguir dialogando con la ciudad es el Edificio Beatriz, situado en Madrid, en concreto en la esquina de las calles Ortega y Gasset y Velázquez. Diseñado por el arquitecto Eleuterio Población, este edificio corporativo se caracteriza por su fachada densa y contundente, construida con piezas prefabricadas en mortero rosado que envuelven el volumen con una trama casi monástica. Su diseño introspectivo, que evoca tanto la fortaleza medieval como el recogimiento de un convento, dota al edificio de una personalidad singular en pleno corazón de la ciudad.

Desde Antana hemos tenido la oportunidad de intervenir en la rehabilitación del vestíbulo principal y de varios despachos, respetando el espíritu original del edificio. Nuestro trabajo ha seguido las mismas premisas espaciales, estéticas y de calidad que definen al edificio: espacios amplios y limpios, materiales nobles e innovadores, acabados precisos y una cuidada selección de mobiliario que equilibra lo clásico y lo contemporáneo. Una intervención que pone en valor el espíritu brutalista del Beatriz, actualizándolo para responder a las necesidades de hoy sin renunciar a su identidad.


Una arquitectura con identidad

Lejos de ser un simple estilo arquitectónico, el brutalismo representa una actitud frente al diseño: directa, sin concesiones y profundamente conectada con su contexto social e histórico. A pesar de sus detractores, su legado perdura como testimonio de una época en la que la arquitectura buscaba ser útil, honesta y duradera.